Considera que un maestro necesita ser creativo?

viernes, 7 de septiembre de 2012

UNA HISTORIA DE CREATIVIDAD

Carlitos llegó a la escuela, ese día la profesora recibió a todos los niños y les dijo: Hoy vamos a pintar. Carlitos se puso muy contento, pensó para sus adentros, “me parece genial, me encanta pintar”, a continuación sacó las crayolas y rápidamente se puso a hacer monigotes, a pintar carritos que era lo que más le gustaba hacer. La profesora le dijo: un momento, empiecen a pintar sólo cuando yo lo ordene, Carlitos esperó la orden. Acto seguido la profesora dijo: Ahora pueden empezar, pero hoy vamos a pintar flores. Carlitos se dijo para sí: ¡huyyy, genial!, también me encanta pintar flores y pintó una margarita. Pero la profesora le dijo: No, no, hoy vamos a pintar rosas, no vamos a pintar margaritas. Carlitos inmediatamente hizo una rosa con tallo negro y pétalos amarillos, ¡lindísima! Pero la profesora inmediatamente dijo: No, vamos a pintar rosas de tallo verde y pétalos rojos. Carlitos la hizo, le quedó muy linda y le gustó como le quedó su rosa. Al día siguiente la profesora dijo a los niños: Hoy vamos a jugar con barro. Carlitos saltó de alegría e inmediatamente empezó a hacer muñecos hasta tanto la profesora dijo: No, no, empiecen sólo cuando yo lo ordene. Carlitos esperó. A continuación la profesora dijo: hoy vamos a hacer platos. Inmediatamente Carlitos empezó a hacer platos pequeños, platos grandes, y la profesora dijo: No, no, vamos a hacer platos hondos como éste que estoy dibujando aquí. A continuación Carlitos hizo el plato hondo, le quedó muy bien y él quedó muy contento con lo que había hecho. Unos meses más tarde el papá de Carlitos fue trasladado a otra ciudad. Cuando Carlitos llegó al nuevo colegio la profesora le dijo el primer día: Niños, hoy vamos a pintar. Carlitos se dijo internamente: ¡Maravilloso! Y esperó. Al buen rato y dándose cuenta de que sus compañeros estaban dibujando dijo: ¡Hey! Profesora, usted no ha dado la orden de empezar. La profesora respondió: No, yo no tengo que dar ninguna orden. Fíjate que los otros niños ya están dibujando. Carlitos le preguntó a la profesora: sí señorita pero, ¿qué pinto? La profesora respondió: Tú tomas la decisión y pintas lo que quieras. A lo cual replicó nuevamente Carlitos: No, pero si usted no me dice, entonces yo no sé qué hacer. Es tu decisión, dijo nuevamente su profesora. Carlitos estuvo pensando unos minutos, finalmente sacó las crayolas y con mucha tristeza dibujó una rosa con tallo verde y pétalos rojos.

2 comentarios:

  1. Que reflexión tan bonita, muchas gracias, que bueno sería que todos los docentes la leyeran ya que es de gran utilidad, para su quehacer como formadores.
    Hay que dejar volar la imaginación de los pequeños y no decirles que deben pintar, ni tampoco seleccionarles el color.

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  2. que bonita, pero a la vez es triste sabr que los mismos docentes recortan las alas a los niños y no dejan volar su imaginación, su creatividad y su persnalidad, que bueno que los maestros de hoy dejaran actuar con libertad.

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